Bibliografía 1.
Trabajo de campo: apendicitis y hernias abdominales
Smeltzer O´Connell S, Bare B. Tratamiento de pacientes con trastornos intestinales y rectales. En: Smeltzer S, Bare B. Brunner y Suddarth: Enfermería Médico-Quirúrgica. Vol 1. 10ª Ed. México: Mc-Graw Hill interamericana; 2005. P. 1140-1143.
ENFERMEDADES INTESTINALES INFLAMATORIAS AGUDAS: APENDICITIS
Este
capítulo hace una pequeña definición de apendicitis, indica la
fisiopatología, manifestaciones clínicas, hallazgos, complicaciones,
tratamiento médico y tratamiento de enfermería.
El
apéndice es un órgano pequeño de unos 10 m de longitud vinculado con el
ciego, que se llena de alimentos y se vacía con regularidad. Como el
vaciamiento es ineficaz y el calibre interior pequeño, el apéndice se
obstruye con facilidad y es
vulnerable a infecciones. Este apéndice se inflama y se torna edematoso
por oclusión (fragmento duro de heces), tumor o cuerpo extraño. El
proceso inflamatorio aumenta la presión intraluminal y se inicia un
dolor cada vez más intenso en la mitad superior del abdomen, que en
cuestión de horas se localiza en el cuadrante inferior derecho, tarde o
temprano, el apéndice inflado se llena de pus. Entre las manifestaciones
clínicas podemos encontrar: dolor periumbilical que antecede a un dolor
del cuadrante inferior derecho y suele acompañarse de fiebre baja y
náuseas y, en ocasiones, de vómito, la pérdida de apetito es usual. La
hipersensibilidad local se evoca en el punto de McBurney cuando se
aplica presión, además de que puede haber hipersensibilidad por rebote
(es decir, producción o intensificación del dolor cuando se libera la
presión). En procesos agudos como la apendicitis, también puede haber
estreñimiento, y la administración de laxantes en este caso puede dar
lugar a perforación del apéndice inflamado. En cuanto a la valoración y
hallazgos diagnósticos: la biometría hemática completa revela
leucocitosis y recuento elevado de neutrófilos. Las radiografías
abdominales, los estudios de ultrasonido y las tomografías muestran un
cuadrante inferior derecho de mayor densidad o distensión intestinal
localizada. Las complicación principal de la apendicitis es perforación
del apéndice , que conduce a peritonitis o formación de absceso. La
frecuencia de perforación es mayor en niños pequeños y en anciano. Por
lo general ocurre a las 24h de iniciarse el dolor con síntomas como
fiebre de 37.7 ºC o mayor, aspecto tóxico y dolor abdominal continuo.
La
incidencia de apéndice perforado es más elevada en la población de
ancianos porque muchos no solicitan atención médica tan pronto como
personas más jóvenes. En relación al tratamiento médico lo indicado en
la operación. Mientras ésta se realiza, se administran antibióticos y
líquidos IV para corregir o prevenir desequilibrios de líquidos y
electrólitos y deshidratación; después del diagnóstico se pueden
prescribir analgésicos. La apendicectomía (extirpación quirúrgica del
apéndice) se lleva a cabo lo más pronto posible para reducir el riesgo
de perforación, ya sea con anestesia general o peridual con incisión en
la parte inferior del abdomen o laparoscopia. El
tratamiento enfermero tiene como objetivo aliviar el dolor, prevenir la
deficiencia de líquidos, reducir la ansiedad, eliminar la infección
derivada de la perturbación potencial o real del sistema
gastrointestinal, conservar la integridad de la piel y lograr una
nutrición óptima. La enfermera prepara al paciente para la operación, lo
cual incluye infusión intravenosa para favorecer la función renal
adecuada y restituir la pérdida de líquidos; para prevenir infecciones
se utilizan antibióticos.
Después de la cirugía se coloca al paciente en posición semi-Fowler para reducir la tensión en la herida y en los órganos abdominales y ayudar a reducir el dolor. El
paciente puede ser dado de alta el día de la cirugía si la temperatura
se encuentra dentro de los límites normales. Al momento del alta es
obligatorio dar instrucciones a la familia y al enfermo; se le indica
que deben hacer una cita con el cirujano para que retire los puntos de
sutura al quinto o séptimo día después de la operación. Se analizan los
cuidados que deber darse a la herida y la normas relacionadas con la
actividad.
Bibliografía 2.
Trabajo de campo
PROTOCOLO HERNIA ABDOMINAL
Buenas
Tareas.com. Protocolo Hernia Abdominal (sede Web). Actualizada en mayo
del 2012; acceso 07 de noviembre de 2012. Disponible en:
http://www.buenas
tareas.com/ensayos/Protocolo-Hernia-Abdominal/4368915.html.
La
hernia abdominal es una prominencia o tumoración blanda debajo de la
piel ocasionada por la salida de la cavidad abdominal (peritoneo) de una
víscera, parte de una víscera u otro tejido a través de un defecto o un
debilitamiento de la pared abdominal, ya sean congénitos o adquiridos. Esta
prominencia generalmente no causa dolor, aparece con el esfuerzo y
desaparece con el reposo. Este defecto puede ser adquirido, deberse a
una herida previa, a una accidente. Dentro de la clasificación de
hernias de la pared abdominal podemos encontrar: Hernia inguinal,
umbilical, incisionales. Usualmente,
no hay causa obvia para una hernia. Sin embargo algunas veces, se
presentan por la debilidad o desgarro de la pared abdominal que cubre la
cavidad abdominal, por levantar objetos pesados, hacer esfuerzo
al usar el baño o cualquier actividad que eleve la presión dentro del
abdomen. En la aparición de hernias abdominales influyen varios
factores: hereditarios, nutricionales, de edad, hábitos como el
tabaquismo y el sedentarismo. Cualquier actividad o problema médico que
incremente la presión en el tejido y los músculos del la pared abdominal
puede llevar a una hernia como: estreñimiento crónico, agrandamiento de
la próstata, sobrepeso, líquido en el abdomen, levantar objetos
pesados, diálisis peritoneal, desnutrición, tabaquismo. En cuanto a las manifestaciones clínicas: puede
haber molestia y dolor. La molestia puede ser peor al pararse, hacer
esfuerzo o levantar objetos pesados. Los signos y síntomas más
característicos: Bulto blando en el abdomen, dolor o sensibilidad,
vómitos, indigestión, estreñimiento y otros trastornos del sistema
gastrointestinal, acidez gástrica, sensación de pesadez estomacal,
regurgitación de ácidos gástricos hacia la garganta que sueles ser
quemantes y muy molestos. Para
el diagnóstico es necesario una detallada historia clínica, donde se
detallen si existen antecedentes herniarios, la antigüedad de esta
hernia, el tiempo de evolución desde que comenzó con el dolor, las
molestias, la sintomatología acompañante, etc. Es importante interrogar
al paciente sobre la presencia de vómitos, cuantía y aspecto, hábito
intestinal, presencia de fiebre. Después de la historia clínica
pasaremos a una inspección detallada del abdomen, observando la
existencia de tumoraciones, la movilidad del abdomen con la incursiones
respiratorias, coloración de la piel a nivel de la hernia. En cuanto al tratamiento: El
médico examinará la hernia y verá si puede ser reducida (introducido el
contenido de nuevo en la cavidad abdominal). Dependiendo de su lugar y
alcance, puede optar por la cirugía reparadora. Ésta siempre se
recomienda cuando hay riesgo de obstrucción intestinal o
estrangulamiento. Algunas reparaciones quirúrgicas de hernia no
necesitan hospitalización; sin embargo, la mayoría de las veces
requieren una estancia en el hospital. La cirugía es el principal
tratamiento con el que se puede reparar una hernia de manera permanente.
El riesgo de la cirugía es el daño a los nervios, que puede llevar a
que se presente insensibilidad en el área de la ingle. El
desenlace clínico para la mayoría de las hernias generalmente es bueno
con tratamiento. Es infrecuente que una hernia reaparezca (1 al 3%). Las
hernias quirúrgicas tienen mayor probabilidad de retornar.
Bibliografía 3.
Trabajo de campo
Swearingen
PL. Manual de Enfermería Médico-Quirúrgica: intervenciones enfermeras y
tratamientos interdisciplinarios. 6ª Ed. Barcelona: Elsevier; 2008.
APENDICITIS.
1. Fisiopatología.
La apendicitis es la lesión inflamatoria del intestino. Se presenta con mayor frecuencia en adolescentes y adultos jóvenes. El
apéndice es un tubo ciego y estrecho que se extiende desde la porción
inferior del ciego y carece de una función útil conocida. La apendicitis
suele ser provocada por la obstrucción de la luz del apéndice por un
fecalito, inflamación, cuerpo extraño o neoplasia. Los casos leves de
apendicitis pueden cicatrizar de manera espontánea, aunque la
inflamación intensa puede ocasionar una rotura del apéndice, lo que
puede causar una peritonitis local o generalizada.
2.Valoración.
Los signos y síntomas varían debido a diferencias en la anatomía, en el tamaño y en la edad.
Fase inicial:
El inicio del dolor abdominal suele producirse en la región epigástrica
o umbilical y puede ser vago y difuso o acompañarse de un dolor cólico
leve. Las molestias abdominales se acompañan de fiebre y náuseas. No
siempre hay vómitos.
Fase intermedia (aguda): En
unas pocas horas el dolor se desplaza desde la zona media del abdomen o
el epigastrio hacia la fosa ilíaca derecha en el punto de McBurney y se
agrava al caminar, toser y al moverse. El dolor puede acompañarse de
estreñimiento, anorexia, malestar general, diarrea ocasional y
disminución del peristaltismo.
Apendicitis aguda con perforación:
Dolor generalizado cada vez mayor. En el examen físico el paciente
suele presentar una temperatura elevada por encima de 38,5 ºC y rigidez
abdominal generalizada. La presencia de un absceso puede originar una
masa dolorosa y palpable. El abdomen puede encontrarse distendido.
3.Pruebas diagnósticas.
Recuento de leucocitos con fórmula: Revela la presencia de leucocitosis y un aumento de neutrófilos.
Análisis de orina: El resultado de esta prueba suele ser normal
Radiografías abdominales: Presencia de fecalito. En caso de producirse una perforación, se aprecia la presencia de aire libre.
Ecografía abdominal: puede realizarse para descartar cálculo ureteral o pielitis.
4. Tratamientos.
Reposo en cama, dieta absoluta, farmacoterapia (opiáceso), antibióticos, tranquilizantes, sonda gástrica.
5. Cirugía.
Apendicectomía:
Se practica en cuanto se confirma el diagnóstico y se han controlado
los desequilibrios líquidos y las reacciones sistémicas. Se extirpa el
apéndice mediante una incisión sobre el punto de McBurney.
6. Asistencia postoperatoria.
Actividades:
deambulación el día de la intervención. El paciente puede permanecer
hospitalizado 1-2 días y , con frecuencia, se recupera en unidades de
recuperación prolongada con alta el primer o segundo día postoperatorio
si no hay complicaciones.
Alimentación:
Progreso de una dieta líquida absoluta a sólidos blandos; se mantienen
los líquidos parenterales en caso necesario.
Antibióticos: Puede utilizarse profilácticamente o si hay infección.
Laxantes
suaves: Se administran en caso necesario, aunque los enemas siguen
estando contraindicados durante las primeras semanas del postoperatorio
hasta que se ha producido una cicatrización suficiente y se ha
restaurado la función intestinal.
Analgésicos: Para tratar el dolor postoperatorio.
7. Diagnósticos e intervenciones de enfermería.
Riesgo
de infección relacionado con defensas primarias insuficientes (peligro
de rotura, peritonitis, formación de abscesos) de forma secundaria al
proceso inflamatorio.
-Valorar y documentar la cualidad, localización y duración del dolor.
-Comprobar que en la deambulación aparece cojera o dolor con la extensión de la cadera.
-Controlar
los signos vitales para identificar una temperatura elevada, aumento de
la frecuencia del pulso, hipotensión y respiraciones superficiales.
-Advertir
al paciente acerca del peligro del autotratamiento preoperatorio con
enemas y laxantes porque aumentan el peristaltismo, lo que incrementa el
riesgo de perforación. Si aparece estreñimiento postoperatorio, el
profesional sanitario puede prescribir laxantes a la hora de acostarse
después del tercer día.
-Enseñar el cuidado postoperatorio de la incisión, así como de los drenajes si el paciente va a recibir el alta con ellos.
Dolor agudo y náuseas relacionados con el proceso inflamatorio.
-Administras antieméticos, sedantes y analgésicos
-Mantener al paciente en dieta absoluta antes de la cirugía
-Enseñar la técnica de respiración diafragmática
-Ayudar a colocar al paciente para obtener una comodidad óptima.
8. Educación al paciente.
-Fármacos: finalidad, dosis, régimen, precauciones y posibles efectos adversos.
-Cuidado de la incisión.
-Indicadores de infección: fiebre, escalofríos, dolor en la incisión, eritema, edema, y secreción purulenta.
-Precauciones relacionadas con la actividad postoperatoria: evitar la elevación de pesos pesados durante las 6 primeras.
-Importancia
de evitar los enemas durante las primeras semanas del postoperatorio.
Advertir al paciente acerca de la necesidad de consultar con el
profesional sanitario antes de recibir un enema.
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